miércoles, 6 de septiembre de 2017

el futuro ya está aquí

La atmosfera cada vez retiene más temperatura, ya que el CO2 no permite que la energía que nos llega del sol vuelva al espacio. Esto favorece que los fenómenos meteorológicos sean cada vez más extremos, por lo que las olas de calor serán cada vez más frecuentes y más intensas. Se calcula que la temperatura media de la tierra aumentará dos grados en los próximos cien años, pero hay que tener en cuenta que este aumento no es lineal, sino que se dará en picos. Así que nos enfrentaremos a períodos en los que encadenaremos olas de calor, con temperaturas muy altas, y a olas de frío con temperaturas muy bajas.

Cuando se habla de un aumento de dos grados es la temperatura media de toda la Tierra, pero el planeta tiene mar y suelo. Lo malo de esto es que el agua tiene un calor específico muy alto —la cantidad de calor que tienes que aplicar para calentar un gramo de agua—. Por lo tanto, si el agua aumenta 2 grados su temperatura, en el suelo habrá un aumento de al menos 6 grados. En Madrid se calcula que la temperatura media en el verano pasará de 28,8 grados a 36, es decir ocho grados más, alcanzaríamos la temperatura que hay ahora en Las Vegas, que está en el desierto.

No hay marcha atrás. El aumento de temperaturas es imparable. Aunque a partir de este momento redujéramos las emisiones de CO2 a cero, para que las temperaturas volviesen a los niveles anteriores tendrían que pasar miles de años. Lo que sí podemos hacer es decidir si queremos que este aumento sea moderado, o seguir a este ritmo.

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